A medio camino


Incógnitas encontradas a medio camino deshacen mi aflicción de un eco lejano. Y lo miro y no lo creo, y lo oigo y no lo entiendo, y lo toco y no es mío, y lo pienso y se desvanece.

Un fantasma engavetado, clamando la ausencia de un recuerdo atravesado. Y me toma de las manos un frío encolerizado y dibuja una sonrisa en el aire enjaulado.

Somos muchos, somos uno. La playa desierta suplica mi comparecencia, donde a gritos me corta la conciencia. Y siento dolor en mis ojos por lo que ya no puedo ver. Y sangran mis oídos por lo que ya no pueden escuchar. Y me asfixio y me sostengo de la mano de un fantasma.

El calor de una caricia donde ya no se encuentra mi desdicha. Somos sombras amarradas, somos ausencia en la presencia, somos muchos, somos uno…

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