Hoja Seca


Hay palabras que duermen en el interior de un tronco seco,miradas que no puedo asir, besos que no puedo transmitir. Soy una hoja seca a mitad de este camino, transitan ante mi, hormigas devoradoras de sueños que con cada mordedura aniquilan mis sentidos.

Y me vuelvo nauseabunda como un crepúsculo ardiente al final del infierno, y me vuelvo como un fénix antes las cenizas de un dolor oscuro y silencioso

Y me preguntan quien soy….y no tengo respuesta para algo tan complicado.

Me complica la existencia con un ensordecedor fuego cruzado, y mis tímpanos explotan como un volcán debajo del agua. Y miro y no veo nada, porque es la nada la que me complica.


Se ha dormido a mi lado, respira en mi oído, siento su aliento tan pesado como un bloque de hielo. Transpira y me asfixia, me corta el aliento, me atrapa por dentro. Y mis manos, con esos dedos que se mueven rápido en el teclado, quedan carcomidos como migajas de oro claro. Y lo siento y me duele. Y me duele y le lloro. Porque no soy yo, porque no soy el, porque no se quien soy si me encuentro fuera de mi burbuja.

En un lamento triste y solitario se ampara ante mí una bruja malvada, que me seca por dentro, que me mira desde afuera y se ríe con una risa sagaz. Y me desangro como un cordero aniquilado en medio de un campo vacio, y me sale un grito vacio, un grito callado, un grito perplejo, un grito desamparado.

¿A quien ha llamado mi sucesor para que me venga a ayudar? Acaso no me ven que deseo traspasar las puertas de un oblicuo caminar, que me despojo de mi ropa y me visto de calor, que no quiero ayuda, ni quiero compasión. En mis manos esta mi destino, ¿por qué querer interrumpir mi camino?


Y mi boca deforme me hace tragar la lengua y en un ardiente respirar aniquilo toda clase de pensamientos. Y es que la vida no es justa y no me quejo de eso, solo me quejo de un destino que me fue enterrado en medio del camino. Y soy hoja, hoja seca en el camino, que con cada rayo de sol vuelvo a vivir y escalar el tronco vacio para poder llegar a la copa del árbol frío. Y tiemblo porque hace frio, y me desmayo, me desmayo de vacio. Y he llegado a la copa del árbol frío y desde ahí miro mi camino, todos oscuro y desolado, pero al final del camino veo el campo vacio. Y me invita con su luz a recorrer desde el árbol frío.

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